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Aerotermia, la nueva energía renovable

La bomba de calor siempre se ha identificado con sistemas de aire acondicionado que proporcionan frío en verano y calor en invierno a un coste muy elevado. Sin embargo, los extraordinarios avances en la tecnología aerotérmica han proporcionado rendimientos estacionarios superiores a 10 (produciendo 10kW de refrigeración con 1kW de consumo eléctrico).

Un sistema de aerotermia ahorra un 60% respecto a una caldera de gasoil y un 40% respecto a una caldera de gas natural. Y mientras las calderas de combustión ya han llegado casi al límite de las mejoras técnicas, las bombas de calor aún tienen un largo recorrido para mejorar sus prestaciones.

Energía renovable

Las bombas de calor y la aerotermia en su conjunto se consideran energías renovables porque son capaces de extraer energía del aire y transferirla a otro lugar en forma de frío o calor. Es obvio que se necesita energía para el funcionamiento de una bomba de calor, y su generación puede estar relacionada con las emisiones de CO2.

Sin embargo, las emisiones de CO2 del mix energético español rondan los 100gr. de CO2 por kW producido, frente a los 204gr. CO2 emitidos por el gas natural por kW térmico generado y más de 280gr. CO2 de los gasóleos. Cabe destacar que el mix de generación eléctrica en nuestro país está libre de CO2 en aproximadamente un 60%.

No sólo aire

Los sistemas aerotérmicos no sólo son sistemas de refrigeración por aire caliente o frío, sino que pueden suministrar agua caliente y calefacción en invierno y agua fría para su distribución en verano. En esencia, la aerotermia o bomba de calor es un generador doméstico de energía renovable que utiliza el calor del aire para producir el 70% de la energía necesaria para proporcionar calefacción (a partir de -25ºC) o refrigeración (hasta 46ºC). Además, la nueva generación de equipos de aerotermia también permite calentar el agua, por lo que ya es una alternativa real para sustituir las calderas de gasoil y gas natural y suponer una revolución capaz de producir un cambio en las necesidades energéticas de la economía española.

Inversión inicial

La inversión inicial en un sistema de aerotermia es sensiblemente superior a la de una caldera de combustión, tanto el bajo mantenimiento (limpieza del filtro cada cierto tiempo) como el ahorro energético y el rendimiento hacen que la instalación se amortice en poco tiempo.