Todas las instalaciones de gas necesitan certificados de conformidad emitidos por instaladores certificados. ¿Cuál es el proceso?
Toda vivienda con una instalación de gas licuado debe contar con un Certificado de gas emitido por una persona autorizada, que debe estar registrada en la Asociación de Seguridad del Gas Licuado de Petróleo de Industria.
Entre los tipos de instalaciones de gas que requieren este certificado se encuentran las chimeneas y los braseros de gas, las cocinas y los hornos de gas, así como los sistemas de agua caliente. Los CoC de gas tienen una validez de cinco años.
La seguridad es lo primero
Tanto si sólo se utiliza una estufa de gas o un géiser -que se consideran elementos fijos de la vivienda- como si se trata de aparatos de gas móviles, como calentadores, hay que tener en cuenta la seguridad y los requisitos legales.
Uno de los principales peligros es la ventilación alrededor de las bombonas de gas, las tuberías y los aparatos. Cuando se cambia una bombona de gas, se libera una pequeña cantidad de gas, por lo que la instalación viene acompañada de normas tan estrictas sobre su colocación y espaciado.
Una bombona de gas nunca está realmente vacía si no se purga con agua. Si abres una bombona de gas en el exterior y oyes cómo se escapa la presión y acaba por desaparecer, es que todavía hay algo de gas dentro de la bombona. Este proceso hace que entre aire en la bombona y aumenta el riesgo de que se produzca una ignición por aire/vapor. Una bombona de gas llena que se abre mientras no está conectada es un riesgo aún mayor, ya que el riesgo de ignición por aire/vapor estará fuera de la bombona».
Dice que las bombonas de gas de repuesto deben guardarse siempre en recintos exteriores, pero hay limitaciones en cuanto a las cantidades totales de gas que se pueden almacenar. Los requisitos de colocación y almacenamiento hacen que sea esencial que un técnico de gas cualificado y registrado evalúe su situación, instale o inspeccione sus accesorios de gas y emita un certificado de conformidad.
Dado que muchos hogares utilizan una fuente de alimentación de gas, es muy importante contar con un sistema seguro y conforme. Un área que a menudo se descuida es la válvula de cierre de emergencia interna, a pesar de la obligación legal de tener una y mantenerla en buen estado de funcionamiento. Según los códigos de las Normas, una válvula de cierre de emergencia debe ser siempre accesible y debe estar situada lo más cerca posible del punto de entrada de la tubería principal de gas al edificio.
En las viviendas, la válvula suele estar instalada en el exterior, lo que dificulta el corte del suministro de gas en caso de emergencia en el interior. El tiempo adicional necesario para llegar a la válvula también aumenta el riesgo de ignición. Como el gas es más pesado que el aire, puede meterse en todos los rincones al descender.
– Cualquier válvula conectada a un aparato fijo debe estar al alcance de la mano. Un técnico cualificado se asegurará de que está correctamente instalada.
– Prestar mucha atención a cómo se instala la manguera de goma que atraviesa la pared hasta un aparato de gas. El orificio debe estar encamisado y debe tener un inserto de cobre con la línea de manguera de goma conectada. Si el tubo se coloca directamente a través de la pared, el movimiento crea el riesgo de que sea lijado por los ladrillos y el cemento, lo que puede provocar fugas.
– Las abrazaderas de las mangueras también deben tratarse con precaución, ya que pueden cortar la manguera con el tiempo si no están bien instaladas, lo que también provoca fugas.
– Aunque la normativa no estipula que las viviendas deban tener extintores in situ, es muy recomendable tener al menos uno en la cocina o cerca de ella. Asegúrese de que es fácilmente accesible y no está obstruido para un acceso rápido en caso de emergencia.
Inspecciones periódicas
Debe hacer inspeccionar sus aparatos e instalaciones de gas cada cinco años y obtener un nuevo certificado de conformidad. Las abrazaderas de las mangueras también deben ser revisadas como parte de la inspección. En cualquier caso, es posible que haya que sustituirlas cada pocos años, pero es posible que no lo note si no se hacen comprobaciones periódicas.
Es fundamental que todos los propietarios de viviendas se den cuenta de que las inspecciones de las instalaciones de gas no sólo son esenciales para que las pólizas de seguro sigan siendo válidas. Es aún más importante que garanticen que las instalaciones de gas son seguras y que los hogares no se exponen a peligros innecesarios. Si un aparato de gas se ha instalado de forma incorrecta y provoca una fuga de gas o una explosión, esto podría ser desastroso para una familia.